Tres jugadores ecuatorianos quedaron campeones en las ligas de fútbol europeas. Hecho que, por las características históricas de este deporte en el país, constituyó casi una hazaña. Sin embargo, este logro ya no es solo medible desde el avance técnico en el juego. Es decir, se ha demostrado que, en todos los aspectos futboleros, el jugador ecuatoriano está capacitado para participar al más alto nivel. Pero son otros aspectos, de carácter social y psicológicos, que los jugadores ecuetorianos han sabido superar para llegar al éxito en Europa.
Luego de que la tricolor comprobó ser capaz de jugar, varios jugadores migraron al viejo continente: Agustín Delgado, De la Cruz, Kléber Chalá, etc. Ninguno de ellos, a excepción de Ulises De la Cruz, logró mantenerse en aquel fútbol tan competitivo. ¿Las razones? Falta de adaptación, de una mentalidad más ambiciosa, entre otras. Daba la sensación, en esos años (2002-2003), que el futbolista ecuatoriano no estaba listo para mentalmente para jugar fuera del país.
En la actualidad, con otro Mundial a cuestas, un nuevo grupo de jugadores nacionales migró al viejo continente: Borja, Méndez, Valencia, Castillo y Espinoza. De estos cinco nombres, tres fueron campeones: Castillo con el Estralla Roja de Belgrado, Borja en Grecia y Méndez en Holanda; a éstos se lo suma Carlos Tenorio, campeón en Arabia Saudita. Sin duda, adaptarse a aquellos países y culturas fue mucho más complicado que hacerlo en España o, incluso, a Inglaterra.
Por esto, los triunfos de estos jugadores van más allá de lo deportivo. Son victorias contra el complejo, la impavidez y el facilismo; son reflejo de grandes sacrificios y sufrimientos para lograr un objetivo. ¡Salud campeones!
Luego de que la tricolor comprobó ser capaz de jugar, varios jugadores migraron al viejo continente: Agustín Delgado, De la Cruz, Kléber Chalá, etc. Ninguno de ellos, a excepción de Ulises De la Cruz, logró mantenerse en aquel fútbol tan competitivo. ¿Las razones? Falta de adaptación, de una mentalidad más ambiciosa, entre otras. Daba la sensación, en esos años (2002-2003), que el futbolista ecuatoriano no estaba listo para mentalmente para jugar fuera del país.
En la actualidad, con otro Mundial a cuestas, un nuevo grupo de jugadores nacionales migró al viejo continente: Borja, Méndez, Valencia, Castillo y Espinoza. De estos cinco nombres, tres fueron campeones: Castillo con el Estralla Roja de Belgrado, Borja en Grecia y Méndez en Holanda; a éstos se lo suma Carlos Tenorio, campeón en Arabia Saudita. Sin duda, adaptarse a aquellos países y culturas fue mucho más complicado que hacerlo en España o, incluso, a Inglaterra.
Por esto, los triunfos de estos jugadores van más allá de lo deportivo. Son victorias contra el complejo, la impavidez y el facilismo; son reflejo de grandes sacrificios y sufrimientos para lograr un objetivo. ¡Salud campeones!
Roberto Moreano
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